FSC-CCOO País Valencià | 15 de maig 2025.

Un Primero de Mayo para ganar derechos

  • Artículo de la secretaria general de CCOO PV, Ana García Alcolea.

En este Día Internacional del Trabajo, intensificamos nuestras reivindicaciones para alcanzar condiciones laborales dignas para todas las personas trabajadoras. Porque es necesario proteger lo conquistado para seguir avanzando en derechos. 

01/05/2025.
Ana García Alcolea, secretaria general de CCOO PV, durante su intervención en el Primero de Mayo.

Ana García Alcolea, secretaria general de CCOO PV, durante su intervención en el Primero de Mayo.

En este Día Internacional del Trabajo, intensificamos nuestras reivindicaciones para alcanzar condiciones laborales dignas para todas las personas trabajadoras. Porque es necesario proteger lo conquistado para seguir avanzando en derechos. Porque pueden desaparecer a golpe de Boletín Oficial del Estado o de Diario Oficial de la Generalitat Valenciana. Y porque, ante la situación de incertidumbre que estamos viviendo, el sindicalismo sigue siendo una herramienta esencial en la construcción de sociedades más justas y democráticas.

El contexto internacional viene marcado por conflictos devastadores. Ante el execrable genocidio contra el pueblo palestino por parte del Gobierno de Netanyahu, que sigue violando sistemáticamente el derecho internacional, no cabe la equidistancia. Las CCOO seguimos comprometidas con la causa palestina, reclamando su derecho a un Estado propio en el que convivir en paz. 

La actualidad también está afectada por el conflicto bélico en Ucrania, que condenamos. Por si fuera poco, las consecuencias de la guerra comercial iniciada por Trump están deteriorando la multilateralidad en la negociación, con previsibles daños a la economía y al empleo, cuyo calibre aún somos incapaces de dimensionar. Una ofensiva que requiere de una respuesta firme y coordinada por parte de la Unión Europea, con la implantación de mecanismos protectores para minimizar sus consecuencias.

En ese contexto tratan de colarse los discursos y políticas de la extrema derecha, que lejos de ofrecer soluciones, se limitan a provocar enfrentamientos entre personas trabajadoras. Amenazan el estado de bienestar con propuestas de descapitalización que suponen el deterioro de los servicios públicos. Promueven el odio a la diversidad, se oponen a las políticas de igualdad, defienden el racismo y la xenofobia. Pese a las consecuencias sufridas en la provincia de Valencia, siguen negando el cambio climático y esquilmando los recursos que deberían dedicarse a una transición justa en nuestro territorio. 

La gran hostilidad de los planteamientos de extrema derecha a todo lo que supone el proyecto europeo resulta suicida. Cuanto más ataquen Europa, y lo que significa, mayor presión tendrán que hacer los Estados miembros para seguir avanzando en una Europa fuerte y unida. Necesitamos una mayor integración política que priorice la justicia social, reduzca las desigualdades y acabe con la pobreza, movilizando recursos y llevando a cabo políticas expansivas que creen empleo de calidad. Una unión que avale el refuerzo industrial, la transición energética y la innovación digital, con la participación del sindicalismo de clase como garante de la democracia, la cohesión social y la igualdad. 

El impulso del diálogo social es fundamental para reforzar el empleo digno, mejorar los salarios, garantizar el derecho a la vivienda establecido en la Constitución, avanzar en igualdad de género y en la lucha contra la violencia machista. Sin derechos sociales y laborales no habrá justicia social.

En coherencia, también reclamamos un compromiso político para aprobar en las Cortes Generales el acuerdo entre Gobierno y sindicatos, que fija la jornada máxima legal en 37,5 horas semanales. Apelamos a los partidos a votar en favor de la clase trabajadora. Porque es lícito y porque se puede hacer, adecuando su implantación sectorial. Porque después de más de 40 años con una jornada semanal de 40 horas toca que se reduzca. Porque el récord en beneficios empresariales de los dos últimos años permite exigir un reparto de la riqueza. Y porque las horas extra realizadas en el País Valenciano ronda el millón cada semana. Sobre todo, porque casi la mitad no son remuneradas, ahondando en el fraude a las personas trabajadoras y al conjunto de la sociedad. 

Este Primero de Mayo reivindicamos además, salarios suficientes, igualdad real y efectiva, protección de la salud laboral, respeto a la negociación colectiva y al sindicalismo para ganar democracia. Salimos a la calle por las pensiones, los cuidados, los servicios públicos, por la industria y el campo, la vivienda, la cultura, por los derechos humanos y por una Europa social. Ahora más que nunca, es necesario proteger lo conquistado y movilizarnos para ganar el futuro.